De Mario Eduardo Alvarado

Dibujo realizado por mi primo Mario Eduardo ALVARADO DEL CASTAÑO (Marito), Frías, Santiago del Estero, 1960 - 2000, San Miguel de Tucumán.
Dibujo de la página de Jorge Farías: Venimos de los trenes.

Adiós Marito, por Marino Alvarado Nieto

Changuito santiagueño
doctor Mario Eduardo
te fuiste de esta tierra
dejando la huella de tu ser.
Concebido en tierra tucumana,
nacido en Frías para bien
niño hermoso tú llenaste
de alegría, bondad y amor.
Hijo, tú hiciste feliz
a Ramon Angel, tu "tata",
a Ernestina, tu "nona",
amado dilecto de tu tía Gringa,
orgullo de tu papá y de tu mamá.

Creciste con amigos; hermanos
y fuiste bueno a carta cabal,
por eso tu huella es profunda
y se nota en todo lugar.
Félix Frías tu escuela,
tu juventud en la Industrial.
Buen soldado marinero
a Río Gallego quiso ir
con Amaya , su compañero;
otro amigo a conquistar.

Tuvo amores y supo amar,
humilde y generoso
a pleno, vivió poco,
pero honorable y gentil.
El jardín de dos flores
Margarita Rosa se llama
la que lo supo conquistar,
casado, buen compañero, padre ejemplar.

Juntos y con sacrificio
dos pimpollos sembraron
en este suelo querido,
Laura y Santiago, sus hijos,
hoy lloran su partida,
como lloran sus amigos
como lloran los demás.

Tu conquista la de ser médico
fiel servidor de niños y pobres
sin interés de cobrar
alma buena ¿por qué te fuiste?
y al partir tú dejaste
un hueco tan grande
que no sabemos llenar.

Sólo Dios consuela mi dolor
y nos da fuerzas para seguir.
Tú desde el cielo saludas
a los que hoy te decimos:
adiós hijo, adiós papá
adiós Marito, adiós amor
adiós, adiós, adiós.

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